Consejos útiles a la hora de adoptar un gato

* Elección: seleccionar el gato según las características del mismo y las condiciones de cada adoptante. No elegir un gato por su sexo (macho o hembra), edad, raza, pelo o color.
* Responsabilidad: adoptar o comprar un gato acarrea grandes responsabilidades. Al nuevo integrante de la casa habrá que educarlo, cuidarlo, llevarlo al veterinario, proveerle un buen alimento balanceado, jugarle, vacunarlo, desparasitarlo, castrarlo, entre otras cosas. Es importante que la familia se informe (mediante libros, Internet, blogs, etc.) acerca de una tenencia responsable.
* Edad: si bien los interesados suelen buscar un gato bebé o de pocos meses (creyendo que así se lo podrá educar; para verlo crecer, etc.), muchas veces un gato adulto (macho o hembra), castrado y con un carácter definido puede ser la mejor opción.
* Adaptación: traer un gato al hogar implica paciencia durante su período de adaptación. Deben estar tranquilos, con agua fresca, comida y piedritas a su disposición. Poco a poco irá acostumbrándose y acercándose a su nueva familia. Asimismo, se debe resguardar al gato de cualquier peligro, como balcones, terrazas, etc. en especial durante las primeras semanas, hasta que explore y conozca su nuevo territorio.
* Alimentación: es importante suministrarle alimento balanceado de primera línea, como por ejemplo Royal Canin. También hay que darle agua, y renovar la misma durante el día. Eventualmente, se les puede dar un poco de atún o casamcrem.
* Desparasitación: es necesario desparasitar tanto a gatitos bebés como a gatos adultos, con la frecuencia y el medicamento que indique un veterinario.
* Pulgas: revisar al gato para quitarle las pulgas que pueda tener, ya que nosotros se las podemos traer, por ejemplo, por medio de nuestras ropas. En las veterinarias se venden las “pipetas” contra las pulgas, también según peso y edad.
* Vacunación: el médico veterinario le indicará el calendario de vacunas, según la edad del gato. Básicamente, son necesarias la “Triple Felina” y la “Antirrábica” que en gatos adultos se aplican una única vez al año.
* Castración: cuando llegan a la adultez (es decir, generalmente luego del primer celo) es necesario castrar tanto a hembras como a machos. La operación es simple e indolora para nuestra mascota, la recuperación es rápida, y es la solución para evitar que nuestro gato se escape, quede preñada si es hembra o deje preñadas a diversas gatas si es macho, e impedir, de esta manera, que nuestra mascota ponga en riesgo su vida y salud, y que nazcan cachorros de gatos que sufrirán al no encontrar un hogar, o nacer en la calle. En conclusión, resulta indispendable controlar la natalidad de los gatos.

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